La casa en que la tradición nos dice que nació San Vicente Ferrer en Valencia ha pasado por diversos propietarios, entre otros al cercano Convento de Predicadores, hasta que en el año 1573 pasó a ser propiedad de la ciudad de Valencia, en cuyas manos ha permanecido hasta el día de hoy.
Entre las reformas que ha sufrido este edificio cabe destacar la ocurrida en 1677, en la que de la primitiva capilla sólo queda la bóveda de la misma. En 1945 el edificio amenazaba ruina por lo que se reconstruyó la casa en estilo neo-gótico cambiando su estructura por la que actualmente existe. La entrada actual a la casa natal se realiza por la Calle del Pouet ya que hay otra en la Calle del Mar. Nada más traspasar la puerta nos encontramos un vestíbulo en cuya pared del fondo hay una ancha pila de piedra con cuatro grifos y una estancia con un pozo. Sus paredes están recubiertas de azulejos de Manises del S.XVIIII y representan diversas escenas de los milagros de San Vicente Ferrer. Por la otra puerta se pasa a la Iglesia, de estilo gótico y planta octogonal regular de dos cuerpos.
Entre las reformas que ha sufrido este edificio cabe destacar la ocurrida en 1677, en la que de la primitiva capilla sólo queda la bóveda de la misma. En 1945 el edificio amenazaba ruina por lo que se reconstruyó la casa en estilo neo-gótico cambiando su estructura por la que actualmente existe. La entrada actual a la casa natal se realiza por la Calle del Pouet ya que hay otra en la Calle del Mar. Nada más traspasar la puerta nos encontramos un vestíbulo en cuya pared del fondo hay una ancha pila de piedra con cuatro grifos y una estancia con un pozo. Sus paredes están recubiertas de azulejos de Manises del S.XVIIII y representan diversas escenas de los milagros de San Vicente Ferrer. Por la otra puerta se pasa a la Iglesia, de estilo gótico y planta octogonal regular de dos cuerpos.