miércoles, 8 de agosto de 2012

GOZOS A LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS, venerada en el Huerto de Sogueros.

El tradicional Gremio de los Sogueros o corders, llamados coloquialmente menadors, utilizaron desde el año 1623 el renombrado huerto de En Sendra como taller corporativo y en él tenían el obrador donde confeccionaban sogas de esparto, cuerdas de cáñamo y cables e hilos torcidos a mano o con torno. Junto a él estaba la casa gremial, el almacén de materiales y una capilla dedicada a la Virgen de los Desamparados como protectora de la Corporación. El Gremio, que procesionaba en el Corpus Christi con su imagen, vendió siglos más tarde al marqués de Caro sus propiedades y en la Capilla se estableció una cooperativa. Por ello en el año 1908 decidieron trasladarse a las afueras de la ciudad y más concretamente al populoso barrio de Marchalenes donde se construyó una popularísima ermita-oratorio dedicada a la advocación de la Virgen de los Desamparados y que tenía un espacioso huerto inmediato. Durante la guerra civil, los milicianos destrozaron el interior de la ermita y las imágenes que contenía fueron violentamente sacadas del recinto sagrado y depositadas junto a la orilla de la acequia de Mestalla en donde fueron quemadas. Su altar mayor se encontraba presidido por una imagen de la Virgen de los Desamparados atribuida a Vergara, coronada una semana después que la de la Basílica. En otro de los altares se encontraban la Virgen del Rosario, patrona del arrabal de Marchalenes, San Juan Bautista, y el Cristo de la Sangre, primer patrono del Gremio de Sogueros. Terminada la contienda civil, la ermita fue utilizada como modesto taller de unos artesanos artistas falleros, hasta que en los años sesenta finalmente fue derribada.