La primitiva iglesia de Guadassuar obtuvo la categoría de parroquia independiente en 1340 ya que hasta la fecha estaba vinculada a Alzira; y desde 1401 está documentada la advocación del templo a San Vicente Mártir. Una piadosa leyenda nos narra que en esta iglesia se vino a refugiar San Bernardo Mártir de Alzira con sus hermanas Zaida y Zoraida al huir de la persecución de su hermano Almanzor y las bautizó con los nombres de María y Gracia. La iglesia actual comenzó su construcción sobre aquella a partir de 1560, cuando se iniciaron los trabajos del nuevo templo a partir de la estructura del templo primitivo. Entre 1577 y 1578 se efectuaron ampliaciones y mejoras.
Se trata de una iglesia de una sola nave con capillas entre contrafuertes dividida en cinco tramos, con un ábside poligonal de cinco lados y un bellísimo retablo. La cubierta de la cabecera es una bóveda estrellada, mientras que las naves se cubren con bóveda de crucería y bóvedas con lunetos en las capillas laterales. La fábrica es de mampostería reforzada con sillares en las esquinas y contrafuertes. El sistema constructivo es de tradición gótica, mientras que la portada es uno de los mejores ejemplos renacentistas de la provincia. En el siglo XVIII, muy probablemente en 1730, se realizó una remodelación que le dio al interior una impronta barroca. Recorriendo el templo se colocó un bellísimo zócalo cerámico. Estas reformas también afectaron a la fachada, respetando la portada, se añadió un remate mixtilíneo con pirámides.
Se trata de una iglesia de una sola nave con capillas entre contrafuertes dividida en cinco tramos, con un ábside poligonal de cinco lados y un bellísimo retablo. La cubierta de la cabecera es una bóveda estrellada, mientras que las naves se cubren con bóveda de crucería y bóvedas con lunetos en las capillas laterales. La fábrica es de mampostería reforzada con sillares en las esquinas y contrafuertes. El sistema constructivo es de tradición gótica, mientras que la portada es uno de los mejores ejemplos renacentistas de la provincia. En el siglo XVIII, muy probablemente en 1730, se realizó una remodelación que le dio al interior una impronta barroca. Recorriendo el templo se colocó un bellísimo zócalo cerámico. Estas reformas también afectaron a la fachada, respetando la portada, se añadió un remate mixtilíneo con pirámides.
