San Calixto I, Papa y mártir, cuyo patronazgo en Pobla Llarga es el único en toda la diócesis, es llevado en procesión sobre una carreta de bueyes adornado con murta y flores. Según la tradición, unos campesinos que llevaban la imagen de San Calixto por la carretera tuvieron que parar a su paso por la Pobla Llarga al negarse los animales que tiraban del carro a continuar justo enfrente de la parroquia de San Pedro. Por ello, decidieron que la imagen debía permanecer en el templo. La actual imagen de San Calixto, cuya devoción se remonta al siglo XIV, es una talla de madera policromada de la posguerra que reemplazó a la destruida en el año 1936. Esta mide cerca de dos metros de altura y es de inspiración barroca con ornamentos pontificales. Además, la reliquia del santo se conserva en un relicario del siglo XVII de plata cincelada y en forma piramidal.
San Calixto I en un tiempo fue esclavo, alcanzó la libertad después, fue ordenado diácono por el papa Ceferino y le sucedió más tarde en la cátedra de Pedro. Se distinguió por su compasión y misericordia con los pecadores arrepentidos frente a los rigoristas de su tiempo. Defendió la fe contra las herejías adopcionista y modalista. Murió martirizado el año 222 y fue sepultado en la Vía Aurelia.