La talla de la Virgen del Aljibe fue descubierta en el verano del año 1604 por tres sacerdotes amigos que paseaban juntos por Xátiva y, teniendo sed, se acercaron al aljibe que había junto al monasterio de los Bernardos donde vieron a la imagen. Se apresuró a sacarla mosén Vicente Pedrola, pero no pudo porque pesaba extraordinariamente a pesar de que sólo medía dos palmos de altura. Y entonces se escuchó la voz de María advirtiendo: "Quien ha de tocar a la más pura no es bien que llegue con la menor impureza". Avergonzado, Mosén Pedrola recordó que había estado pensando en las musarañas mientras rezaba, de manera que se arrepintió y logró coger la talla. La sortearon entre los tres y el afortunado fue Vicente Pedrola. A su muerte, la heredó su hermano Diego quien la trajo a Valencia y después la donó al convento de las carmelitas de San José pero, en vista de que era solicitada por otras órdenes cercanas ya que se contaban milagros y más milagros sobre ella, la recuperó para darla a los religiosos mínimos de San Sebastián a cambio de la entrega de una casa.
La Virgen del Aljibe fue colocada junto al beato Gaspar Bono, que le superaba en popularidad porque era valenciano, proporcionaba novio a las chicas que se lo pedían y evitaba que los mozos del barrio fueran destinados a Africa en el servicio militar. Con el incendio de 1939, la imagen, que pudo ser gótica, desapareció y ya no se repuso. Adjuntamos un retablo cerámico que estaba en el aljibe gótico del convento cisterciense del Monsant de Xátiva.
