La iglesia de Jacarilla, dedicada a Nuestra Señora de Belén, es una construcción sobria de estilo neogótico, teniendo una característica peculiar como es un pequeño palco para uso exclusivo de los marqueses que se encuentra a un costado del altar principal.
En el período de la Reconquista del Reino de Valencia a manos de Jaime I es muy problable que esta devoción a la Virgen de Belén esté ligada a la estirpe de los Togores, antiguos Señores de esta Villa, tratándose por tanto del siglo XV. El último descendiente de aquella, el Barón de Petrés, es quien vende al Marqués de Fontalba los terrenos donde se encuentra la actual Villa de Jacarilla. Al edificar su iglesia neogótica, pone al frente de la misma a la Virgen de la Encarnación, en memoria de su marquesa madre. Ahora bien, seguirá siendo la patrona popular del lugar la Stma. Virgen de Belén. En Semana Santa, la imagen procesiona vestida de Dolorosa junto a sus costaleros y, en la procesión del Encuentro, a esta Virgen le cambian la vestimenta y le cubren el rostro con un velo negro.