Los feligreses de la localidad valenciana de Alborache recuperaron a principios del S.XXI, después de más de doscientos años de devoción perdida, la devoción al Cristo de la Providencia, tras hallarse un grabado de este de principios del S.XIX. Bajo el grabado, que representa la figura de un Cristo crucificado, aparece estampada la letra de unos gozos dedicados al Santísimo Cristo de la Providencia en la que se dice que gracias a los “milagros sin cesar movieron a sus devotos a erigirle una capilla y altar” en la localidad. Además el texto hallado de los gozos relata que los devotos desvalidos en Alborache que se encomendaban al Cristo de la Providencia “encontraban su protección; los tristes, consolación; y alivio, los afligidos”. También relata el escrito cómo los enfermos desahuciados lograban “por Vos la salud, si os invocan confiados”, y los fieles le pedían para que el “granizo, piedra o tronada” no dañara la huerta.