La imagen antigua del Cristo, conocido como el "vellet", se saca solo cada cinco años en procesión para preservarlo. La historia del Cristo Vellet data del siglo XVIII, cuando era propiedad de unos vecinos de Potríes que murieron de una enfermedad contagiosa. Al quemar sus pertenencias, como era usual en la época, un quincallero de Caravaca, de nombre Tomás Jiménez, salvó la cruz de la hoguera y la colocó en una capilla que le construyó junto al último casalicio del calvario del pueblo. El pueblo aterrorizado por la mortandad, bajó la imagen a Potríes para pedirle que acabara con la epidemia. Cuando esto sucedió, los vecinos le construyeron una ermita en lo alto del Calvario. Desde aquel año se celebra su tradicional bajada y subida durante las fiestas. Hoy en día, la imagen se conserva en la Iglesia parroquial de los Santos Juanes siendo una magnífica talla en alabastro policromado. Adjuntamos una estampa.