Fue durante los días 17 y 19 de Julio del año 287 de nuestra era cuando se produjo el martirio de las Santas Justa y Rufina. Ellas, que nacieron en el barrio de Triana, eran de una familia de alfareros y además tenían comercio dedicado a la venta de sus productos que administraban escrupulosamente y en donde no faltaba el aparador para atender necesidades de los pobres. Dada su vinculación con la cerámica, no es extraño que Manises las tenga por sus patronas y les dedique singulares fiestas en su honor. Por ello tienen su altar en la Iglesia de San Juan Bautista. Además podemos disfrutar de un panel de azulejos en el Museo Nacional de Cerámica y dos grandes retablos de azulejos en la calle como "Santes Escudelleres" y otro en la Calle Maestro Guillem. En el año 1925 y gracias a una fuerte corriente local y diocesana, el Papa Pío XI declaró a las Santas Justa y Rufina "Patronas Principales de la Ciudad de Manises".