La ermita de Santo Domingo, se encuentra a doce kilómetros de Vallibona. Se dice que fue construida o instó que la edificaran San Vicente Ferrer en el segundo decenio del siglo XV. No obstante, la documentación hace ya referencia a Sant Domènech de Vallibona en el año 1289. La ermita, se muestra como un soberbio conjunto monástico, en el que todo el conjunto del ermitorio se extiende alrededor de una plaza cuadrangular pavimentada con losas de fango y con una cisterna en el centro.Es importante destacar cómo en un tiempo tan próximo a su canonización hay un foco de devoción en este pueblo, pues Santo Domingo fue canonizado en el año 1234 y posiblemente en Vallibona se le comenzó a venerar ya en el 1240. La ermita hizo las funciones de parroquia de la parte baja del término municipal y cerca del santuario hubo probablemente un cementerio. Parte importante de su historia es el retablo gótico que ahora se halla en la iglesia parroquial pero que fue construido para el anterior santuario. Este retablo se enmarca dentro de la renombrada Escuela del Maestrazgo del primer tercio del S. XV en el primer santuario levantado en honor a Santo Domingo. Adjuntamos un documento sobre el santo en Vallibona.
De Santo Domingo de Guzmán decir que fue el fundador de la orden de los Dominicos y como curiosidad una monja hacía de él esta descripción al abrir su sepultura en 1945; De estatura media, cuerpo delgado, rostro hermoso y ligeramente sonrosado, cabellos y barba tirando a rubios, ojos bellos. De su frente y cejas irradiaba una especie de claridad que atraía el respeto y la simpatía de todos. Se le veía siempre sonriente y alegre, a no ser cuando alguna aflicción del prójimo le impresionaba. Tenía las manos largas y bellas. Y una voz grave, bella y sonora. No estuvo nunca calvo, sino que tenía su corona de pelo bien completa, entreverada con algunos hilos blancos...