La Capilla del Calvario de Ribesalbes se halla en lo alto de una pequeña
elevación próxima al núcleo urbano, desde donde se disfruta de una excelente
panorámica sobre el pueblo. La subida a su emplazamiento constituye el clásico
Vía Crucis, con las estaciones decoradas con retablos cerámicos pintados a
mano, obra de José Figás. Se trata de una pequeña capilla cuadrangular en la
que destaca su cúpula cubierta de tejas, desde cuyo tambor arranca la curiosa
espadaña, especie de campanario estrecho y elevado. En su interior se conserva
la talla del Santísimo Cristo del Calvario, adquirido por la parroquia de la
localidad en el año 1940. Esta imagen representa la figura de Jesús clavado en
la Cruz, llevando sobre su cabeza una corona de rayos de metal dorados. La
antigua imagen de la Cofradía fue quemada durante la guerra civil.