La Asociación de la Medalla Milagrosa tiene su origen en las apariciones en Francia de la Virgen a Santa Catalina Labouré en el año 1830 que generaron diversas fundaciones locales de devoción a la “Medalla de la Virgen”. En la archidiócesis de Valencia, miles de familias de devotos reciben cada mes la visita en sus domicilios de la imagen de la Medalla Milagrosa de la mano de las celadoras o personas responsables de cuidar, mantener y trasladar capillas con la imagen de la Virgen Milagrosa a las casas de las familias. El único santuario que tiene en nuestras tierras esta advocación es el de la cima del Monte Picayo de Sagunto ya que el Padre Fernando Molluna, tras una excursión a esta cima en el año 1961, decidió construir este templo. Tras su marcha a Cataluña, este quedó un poco abandonado y se restauró en el año 1994. Para su construcción se recogieron fondos en una campaña llamada “el millón de ladrillos” en la que se vendían boletos para colaborar en ella. Además es patrona de la localidad de Benisuera.