Las fiestas a San Gregorio en Torremanzanas se remontan al año 1658, año en el que el pueblo fue liberado de una plaga de langosta por intercesión del santo. Por tal motivo se le ofrece el “Pa Beneït”, que es pan bendecido, de unos 6 a 8 kg. de peso y realizado artesanalmente, adornado con flores y finas telas bordadas. Se coloca sobre un “llibrell” que llevan las clavariesas sobre sus cabezas. De estas fiestas se conservan dos melodías populares con dos siglos de antigüedad: El Santo Rosario de la Aurora a San Gregorio y los Gozos al santo Patrón.
San Gregorio de Ostia, al que se acudía desde época medieval como abogado contra las plagas de langosta, entró muy joven en la orden de San Benito, en el Monasterio de San Cosme y San Damián de Roma, donde destacó por su ciencia y virtud hasta el punto de ser nombrado Abad del mismo pese a sus reticencias.