San Blas es patrón de la villa de Sax desde el año
1627. La estructura actual de las fiestas de Moros y Cristianos en honor al
santo comenzaron a tomar forma entre finales del siglo XVIII y principios del
siglo XIX. Pero fue en 1627 cuando los sajeños dieron sus votos a San Blas de
celebrar la festividad del santo para demostrar su agradecimiento por haberles
liberado de una epidemia de "garrotillo". En su origen la fiesta era
sólo un acto religioso que se celebraba el día del santo con la participación
de todos los vecinos y acompañado de unas danza y de disparos de arcabuz en
honor a él. Pasado un tiempo, ya en el siglo XVIII la fiesta había evolucionado
de manera que el día de la festividad partían de la Iglesia de Ntra. Sra de la
Asunción el estamento eclesiástico, los músicos y los milicianos ataviados
uniformemente y con arcabuces hasta la Ermita de San Blas, situada en lo alto
del pueblo. Una vez arriba, se celebraba la solemne Misa y tras ésta se procedía
a la "Bajada del Santo" hasta la Iglesia. Después del mediodía, se
procedía el ritual a la inversa, acompañado de todo el pueblo el santo
regresaba a su ermita. En la primera mitad del siglo XIX, las milicias habían
evolucionado ya en las comparsas de Moros y Cristianos, que dan nombre a las
fiestas.
La Ermita de San Blas, en pleno casco histórico de
la Villa, se halla pegada a una peña y bajo el castillo, albergando la imagen deSan Blas, Patrono de la Villa, siendo durante la Edad Media la parroquia de la
villa de Sax. Se puede enclavar dentro de las llamadas “ermitas de
reconquista”, un tipo constructivo que consistía en pórtico cubierto, nave con
muros, diafragmas con arcos ojivales y cubiertas a dos aguas, y que permite
situar su construcción en los siglos XIII y XIV. De planta rectangular, en la
actualidad cuenta con un ábside semicircular en el presbiterio, antes rectangular, y
está dividida en cuatro tramos separados por grandes arcos transversales de
medio punto. En los siglos XVII y XVIII se construiría la espadaña barroca
donde se encuentra el campanario. Las puertas de la ermita, de grandes
dimensiones y muy trabajadas, tienen en ambas hojas un adorno con los símbolos
de San Blas, el báculo y la mitra.