martes, 20 de noviembre de 2012

GOZOS A LA VIRGEN DE LA SOLEDAD, venerada en la iglesia de religiosas agustinas de Alicante.


El Convento de las Canónigas de San Agustín, también conocido como el Convento de las Agustinas y como de las Monjas de la Sangre, se encuentra en la Calle de Las Monjas del Barrio de la Vila Vella en el centro de la ciudad de Alicante. Este edificio se comenzó a construir a fines del siglo XVII para colegio y residencia de jesuitas. Tras la expulsión de esta orden fue ocupado por las monjas canónigas de San Agustín. Su exterior presenta fachadas planas, con ventanas enrejadas ya que se trata de un convento de clausura. Todo el edificio está rematado por una cornisa a modo de saliente. Orientada hacia el sur encontramos la fachada principal, con una puerta adintelada enmarcada por pilastras. El edificio se ordena en torno a un patio interior porticado que está inconcluso y no llega a formar claustro, pero en el que hallamos unas bellas columnas toscanas en la galería. En la Capilla, dedicada a la Purísima Sangre de Cristo, se venera una imagen de la Virgen de la Soledad del siglo XVI-XVII, considerada como la más antigua de las que participan en la Semana Santa alicantina. En la actualidad, el Convento se encuentra inacabado y no se permite la visita por ser de clausura, pudiendo solamente accederse a la capilla.
En Semana Santa, la Virgen de la Soledad es portada a hombros por la Tuna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Alicante, siendo el único paso de España cuyos costaleros son tunos actuales y antiguos que la llevan vestidos con su tradicional traje. En los siglos XVII y XVIII los condenados a la pena capital, en su última noche, eran asistidos por cofrades de la misma en el Convento de las Reverendas Madres Canonesas de San Agustín. De hecho, los propios tunos, días antes al paso de esta noche, rondan a la Virgen en el interior del citado templo y dedican canciones a las monjas que, en régimen de clausura, las escuchan y observan a través de una cancela.