La llamada Ermita de Santa María Magdalena y San Blas se encuentra en el número 42 de la Calle del Castillo en Sagunto. Es un templo muy pequeño, adosado por el fondo y uno de sus lados a viviendas particulares, mientras que del otro lateral arranca un arco de piedra de la judería. Su fachada es rectangular y muy sencilla con espadaña de medio punto con su campana y cruz de forja. La puerta de acceso es amplia, adintelada y emplanchada, con la correspondiente mirilla. Sobre ella hay un retablo cerámico con la imagen de la santa y, a ambos lados, zocalillos con el nombre de la ermita. El oscuro interior es muy reducido.
La hornacina principal del altar alberga una imagen de San Blas. La imagen de la santa cotitular, pequeña y bien tallada, se halla en una capillita de cristal que reposa sobre una mesilla. Esta imagen era la que desde muy antiguo se veneraba en la capilla del castillo; tras la Guerra de Sucesión y el abandono de la fortaleza pasó a estar al cuidado de un ermitaño hasta que se construyó esta ermita después de la Guerra de la Independencia. Los vecinos de Sagunto celebran la festividad de Sant Blai, una conmemoración al patrón de los animales que tiene más de doscientos años de antigüedad en el municipio, y estos gozos son obra moderna de Mossén Martínez.
