El topónimo del municipio de San Vicente del Raspeig
surgió a raíz de la estancia de San Vicente Ferrer en las tierras del Raspeig
sobre el año 1411. En aquel año existía en el Raspeig una ermita dedicada a San
Ponce y predicó en la misma San Vicente Ferrer. Durante la segunda
mitad del S.XVIII la vieja ermita, reconstruida por Pedro Maltés en 1560 y
ya entonces dedicada a San Vicente Ferrer, fue sustituida por un nuevo templo tras
convertirse la ermita en ayuda de parroquia el año 1733 y, más tarde, en 1785, parroquia
independiente. Las obras de construcción del nuevo templo se acordaron en 1735
y terminaron en 1803. El estilo de la iglesia es neoclásico y en su fachada se
pueden observar dos columnas con el fuste liso. La planta de la iglesia posee
una estructura en cruz latina con capillas laterales. En el centro de la
iglesia se levanta una gran cúpula rematada por una veleta. La torre principal
de la iglesia fue destruida por su ruinoso estado en la segunda mitad del S.XX y actualmente la que existe es una réplica de la anterior. Este es un bonito edificio que contrasta con la estrechez de las calles adyacentes y guarda la imagen del santo que se baja de su altar para procesionar. Adjuntamos el canto de los gozos.