La Iglesia parroquial de Soneja,
consagrada a San Miguel Arcángel, data de mediados del siglo XVIII y está
situada en una pequeña colina a la altura del antiguo palacio de los Duques de
Montellano. El templo, que domina y preside la localidad, se empezó a construir
sobre la antigua iglesia en el año 1751 bajo la protección del Obispo Cepeda y
fue terminada en el 1766. Su interior, de estilo corintio con un coro alto y capilla de la
comunión independiente, tiene tres naves con crucero y cúpula y posee decoración
de yeserías de estilo rococó. Es muy probable que sus fundamentos sean una
mezquita árabe. En su subsuelo se halla la cripta, conocida como iglesia vieja
o cárcel. La capilla del Cristo de la Sangre, con enrejado de
hierro, se sitúa a los pies de la iglesia y presenta planta cuadrangular y
cubierta con bóveda vaída de buenas proporciones. Está decorada con pilastras
adosadas de orden compuesto sobre basamento y pinturas de San Miguel en la
bóveda. Responde a la arquitectura académica valenciana del siglo XVIII.