El Convento de Carmelitas Descalzos de Nules fue construido en el año 1679 y tuvo un oratorio en el que se veneraba una imagen de Nuestra Señora del Buen Consuelo. La iglesia, por su parte, fue iniciada en 1691 y acabada en 1717, presentando planta de cruz latina de una sola nave y capillas laterales entre contrafuertes comunicadas entre sí. La ornamentación, escasa, presenta un interior diáfano aunque un zócalo de cerámica del s. XVIII recorre la nave central, coro y capillas laterales. A destacar la capilla de San José, al lado del presbiterio, que está cubierta por cúpula elíptica con linterna y que mantiene la decoración primitiva con bajorrelieves de estuco dorado alusivos a la vida del santo en las pechinas de la cúpula, y un altar atribuible a José Esteve Bonet. Fue muy afectado por daños en el año 1936 y en el año 1976 el convento fue derruido, quedando únicamente la iglesia dedicada hoy a la Sagrada Familia. La fachada es lo más importante del templo; en perfecto estado y con plazoleta cerrada rodeada de barandas de piedra, permite comprobar la pervivencia del gusto por lo plano, herencia de Herrera. Se compone de un rectángulo enmarcado por dos pilastras, rematadas por un entablamento arquitrabado y dividido en dos zonas horizontales; en la inferior, pórtico tripartito, y en la superior, alternancia de llenos y vacíos, con hornacina, escudo de la orden y ventanas rectangulares. Se remata la fachada con frontón rectangular con dos curvos aletones a los lados. Este conjunto era gemelo al de Enguera.