La iglesia del Convento de Santo Domingo de Valencia es propiamente la Capilla de San Vicente o Parroquia Castrense ya que a tal santo está dedicada la advocación de la parroquia y porque en realidad era una capilla, resto de lo que fue la gran iglesia conventual que fue destruida por los avatares bélicos y desamortizadores del siglo XIX. La actual capilla de San Vicente es de estilo neoclásico, tiene una sola nave de seis tramos con crucero, cúpula con tambor sobre pechinas y linterna. Las bóvedas son de medio punto con lunetos pintados al fresco y el cimborrio es cilíndrico. Tiene presbiterio de planta oval. Se decora la iglesia con columnas corintias, pilastras y zócalos todos ellos de mármol de distintos colores y procedentes de diversos puntos del Reino de Valencia. La capilla se reabrió al culto de la feligresía después de la Desamortización de Mendizábal en 1843 y en 1878 pasó a ser parroquia castrense, condición que hasta entonces ostentaba la Iglesia de San Juan del Hospital.
Una estancia que hay que destacar sin duda y relacionada con el santo es la conocida como Celda de San Vicente. En esta sencilla celda vivió San Vicente Ferrer entre 1378 y 1396 mientras residía en el convento. En 1453 se erigió como capilla. Las peripecias de esta sala han sido múltiples a lo largo de la historia y e1 20 de agosto de 1553 se creó la Cofradía de la Celda de San Vicente Ferrer con el fin de encargarse del cuidado de la capilla, gozando de indulgencias. Hoy día es una pequeña capilla sin culto cuyas paredes están chapadas de azulejos hasta media altura mientras una pequeña imagen del santo preside la estancia.