Dedicada a las advocaciones de Santa Àgueda y San Antonio Abad,
su ermita se halla a unos 4 km al norte de Benicàssim, y se
llega a ella por el camino de su nombre, que arranca de las
proximidades del cementerio. Su emplazamiento es muy bello, al pie de
la curiosa y espectacular formación montañosa de les “Agulles
de Santa Àgueda”, en un paraje de espesa vegetación que la rodea
por completo, extensa finca privada. Este era uno de los lugares de primitivo poblamiento en
el término antes de la Reconquista, y en este templo recibieron sus
habitantes la Carta Puebla en 1603. Santa Águeda es la protectora contra los males del pecho.