El Convento
de la Preciosísima Sangre de las religiosas Capuchinas en Castellón
de la Plana es un conjunto formado por el edificio del convento, la
iglesia y el jardín. La orden de las Clarisas Capuchinas llegó
a Castellón de la Plana a finales del siglo XVII, fundándose un
monasterio en la ciudad, realizándose reformas y ampliaciones hasta
el siglo XVIII. Lo más destacado del inmueble es la colección de
obras de arte que en él se fueron almacenando a lo largo de la
historia. Contaba con una destacable colección de pinturas de
Zurbarán, parte de las cuales se encuentran depositadas en el Museo
de Bellas Artes de Castellón, antes de que el cierre del convento se
produjera en el año 2012. El gozo nos habla de que albergaron el
corposanto de Santa Festiva, mártir a la que enterró su esposo
Genadio y que, como otros cuerpos incorruptos, vinieron a nuestras
tierras para ser venerados en cenobios e iglesias.