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viernes, 30 de abril de 2021

GOZOS A SANTA LUCÍA, venerada por sus cofrades y devotos de Morella.


La vieja ermita dedicada a Santa Lucía se construyó en el siglo XIII y hoy está completamente arruinada aunque aún conserva restos suficientes para poder evocar su pasado esplendor. Ya mencionada en la Crónica del rey Jaime I, Salvassòria fue parroquia desde el siglo XIII hasta 1773, fecha en la que se construyó la iglesia de La Llacua y pasó a depender de ella, en el entorno de Morella, iniciando desde entonces su declive y progresiva decadencia económica y demográfica. A pesar del abandono y desolación en la que se encuentra actualmente, se ubica en un paraje de gran encanto y belleza con un entorno natural y paisajístico muy valioso. Igualmente e famoso acueducto de Morella lleva por nombre el de nuestra santa.
De su estructura quedan tan solo en pie los paramentos exteriores sostenidos por los sólidos contrafuertes y los arcos apuntados que soportaban la desaparecida techumbre, todo ello invadido por la vegetación. Entre los elementos que han sobrevivido destacan su hermosa portada románica y la espadaña de doble hueco en precario equilibrio, una de cuyas campanas, la conocida como Campaneta de les Ànimes y que ahora se halla en la iglesia de La Llacua, fue fundida en el siglo XV y se exhibió en el pabellón de la Comunidad Valenciana durante la Exposición Universal de Sevilla en 1992. Del interior nada queda desde que se completó su ruina en el transcurso de la Guerra Civil. En esas fechas desaparecieron de aquí las tablas pintadas en 1448 por el maestro Valentín Montoliu, que formaban parte de un retablo dedicado a Sant Jordi.