La devoción a San Buenaventura arranca en Pedreguer desde
el siglo XVI y ya en 1655 fue declarado patrón principal. Tanto es así que hasta un
90% de los niños llevaban entonces este nombre de pila. Su patronazgo está
vinculado a la labor evangelizadora en esta comarca de La Marina Alta bajo la
directa labor de la Orden Franciscana, que en tiempo inmediatamente después de
la expulsión de los moriscos de tierras valencianas, a partir de 1609, organizó
la evangelización en estas tierras. Así, los conventos de Jesús Pobre, Pego y
Benissa, fueron puntos de salida para irradiar esta cristianización. Durante
décadas del siglo XIX, la parroquia de la Santa Cruz de Pedreguer estuvo
regentada por sacerdotes fundamentalmente pertenecientes a la Orden
Franciscana, lo cual dio una impronta de devoción franciscana a la parroquia.
Incluso desde el siglo XVIII hay constancia de la existencia de la Venerable
Orden Tercera de San Francisco, hoy denominada Fraternidad Franciscana Seglar en
Pedreguer.