La ermita de Santa Quiteria de Calles se encuentra en el
centro de una curva muy cerrada que forma la carretera enfrente del pueblo. Era
una ermita encalada, de planta rectangular, con tejado a dos aguas y
contrafuertes laterales. Su espacioso y acogedor porche frontal acogían arcos
de medio punto con bancos de obra para descanso de visitantes. El suelo era de
cantos rodados. En la parte de afuera, junto al arco de entrada había una
pequeña fuente. El interior alojaba la imagen de la patrona de Calles con
el perro a los pies. A sus espaldas estaba la casa de los ermitaños, con salida
independiente a la plaza. La ermita original, que databa de 1670, tuvo que ser
derribada en 1979 ya que amenazaba irremediable ruina tras diversas reformas
infructuosas. La primera piedra de la nueva ermita se colocó el 16 de agosto de
1980.
Cuenta la tradición que el origen de esta ermita está en la
invocación que hicieron a la santa, abogada del mal de rabia, los padres del
niño José Platero, que por su intercesión sanó de la mordedura de un perro
rabioso. Su fiesta es el 22 de mayo, que es cuando se traslada su imagen a
la parroquia acompañada por una Corte de Honor formada por ocho muchachas en
recuerdo de las ocho hermanas que tuvo la santa.